Red Hat

IA. Nube. ML. LLM. AR/VR. Blockchain. ¿Qué tienen en común?

Todas ellas se alimentan de enormes conjuntos de datos —medidos en petabytes—y están cambiando el modo en que las organizaciones se conectan, innovan y compiten. Las tecnologías disruptivas ya no son la excepción, son la regla. Pero incluso en esta era de microservicios y computación en eledge, los sistemas monolíticos todavía tienen un papel. ¿El reto? Navegar por este panorama fragmentado y que evoluciona rápidamente con confianza.

Red Hat y NetApp: colaborando para el futuro

Red Hat, proveedor líder mundial de soluciones de código abierto, ofrece docenas de productos que abarcan IA, computación en la nube, automatización y servicios de datos. La base de su éxito es la continuidad del edge al core, impulsada en parte por el fabric de almacenamiento de alto rendimiento de NetApp. Juntos, Red Hat y NetApp están dando forma al futuro de la infraestructura de datos: híbrida, abierta e inteligente.

En la década de 2010, la contenerización revolucionó la computación en la nube. Docker la simplificó, Kubernetes la escaló y Red Hat OpenShift la hizo apta para la empresa. Lanzada en 2012 bajo el liderazgo de Matt Hicks, Red Hat OpenShift permitió a las organizaciones crear y escalar aplicaciones de forma más fluida en entornos on-premises, nubes públicas y entornos de nube híbrida.

El potencial de esta arquitectura se aprecia mejor en la práctica. Tomemos como ejemplo Netflix:

• Streaming sin interrupciones: Los contenedores Docker desplegados a escala permiten a Netflix transmitir contenido en streaming a más de 200 millones de suscriptores en 190 países.
• Canalizaciones más inteligentes: Netflix utiliza microservicios para mantener actualizada su canalización de procesamiento de vídeo, lo que permite funciones como una codificación precisa y metadatos más enriquecidos para la narración interactiva.

Este mismo enfoque basado en contenedores y microservicios sustenta Red Hat OpenShift. Al adoptar Docker y Kubernetes desde el principio, Red Hat OpenShift se convirtió en una plataforma para que las organizaciones liberaran todo el potencial de las soluciones nativas de la nube.

NetApp se unió a la revolución de los contenedores en 2016 con NetApp^® Trident™, un orquestador de almacenamiento de código abierto para Kubernetes. Juntos, Red Hat y NetApp se han mantenido a la vanguardia de la innovación nativa de la nube, proporcionando las herramientas y la infraestructura que las empresas necesitan para escalar aplicaciones, automatizar flujos de trabajo y ofrecer experiencias de usuario excepcionales.

El valor real de la IA reside en la inferencia: cuando los modelos entrenados generan información práctica. Sin embargo, el 70 % de la inversión en IA de la mayoría de las organizaciones nunca sale del laboratorio.

Red Hat y NetApp están cambiando eso.

Red Hat implementó recientemente el sistema de almacenamiento NetApp AFF A90 para agilizar el entrenamiento de modelos de IA y las aplicaciones basadas en OpenShift. Con hasta 40 millones de IOPS, 1 TB/s de rendimiento y 99.9999% de disponibilidad, la infraestructura de NetApp respalda las cargas de trabajo de IA más exigentes de Red Hat.

NetApp Trident proporciona almacenamiento persistente para AI Inference Server contenerizado de Red Hat, lo que permite implementaciones de modelos más rápidas y rentables. Como dice un ingeniero sénior de Red Hat: «Juntos, Red Hat y NetApp convierten los datos en información y la información en acción, dondequiera que vivan los datos».

Red Hat OpenShift también se integra con Amazon FSx para NetApp ONTAP para almacenamiento compartido escalable y totalmente gestionado. Dentro de una experiencia nativa de AWS, los usuarios obtienen acceso a funciones populares de NetApp ONTAP^® como copias Snapshot^™, volúmenes FlexClone^® y replicación con SnapMirror^®. El controlador NetApp Trident simplifica aún más los procesos de Kubernetes en varios contenedores, asegurando una escalabilidad y un rendimiento sin problemas.

La arquitectura de microservicios en la que nos basamos hoy en día solo es posible gracias a la contenerización, que divide las aplicaciones en servicios más pequeños e independientes. Este enfoque mejora la agilidad, la resiliencia y la escalabilidad mientras evita el bloqueo de proveedor.

Para un fabricante, integrar plataformas tradicionales con procesos impulsados por IA era fundamental para su estrategia futura. Los ingenieros de Red Hat y NetApp colaboraron para diseñar tres soluciones viables, logrando finalmente una integración de IA sin interrupciones y sin meses de inactividad. ¿El resultado? Una experiencia de cliente tan unificada que es difícil saber dónde termina Red Hat y empieza NetApp.

A medida que las soluciones nativas de la nube se expanden hacia el edge, la integración de la IA será esencial en toda la pila. La infraestructura híbrida de Red Hat y NetApp proporciona la base para este futuro, permitiendo a las empresas escalar modelos de IA, automatizar flujos de trabajo y liberar todo el potencial de sus datos.

Con innovación de código abierto e infraestructura inteligente, Red Hat y NetApp están listos para mostrar al mundo lo que es posible.