Una celebración del conocimiento

Muchos historiadores sostienen que la ‘era moderna’ comienza en la década de 1960, con cambios que transformaron toda la sociedad.

• Se intensifican las tensiones de la Guerra Fría
• Los gobiernos promulgan los derechos civiles recién adquiridos
• Surgen diferencias generacionales por el aspecto (como el pelo largo), las normas de género y, por supuesto, la música
• Y un espíritu de contracultura florece en los campus mientras estudiantes universitarios apasionados protestan contra las tradiciones escolásticas canónicas

Entre los titulares de 1964 también está la noticia de un golpe de Estado en Brasil que da inicio a una era de dictadura que dura hasta 1985.

Así que, no parece el momento ideal para solicitar financiación estatal para la creación de una nueva universidad. Después de todo, acorde a los tiempos, en 1962 un tercio de la población estudiantil de Brasil se va a huelga para promover la democratización y el aumento de la financiación de la educación superior (la União Nacional de Estudantes, (UNE) de tendencia izquierdista, se forma en 1937).

Pero con una extraña habilidad para tender puentes entre la fervorosa juventud del país y el conservador Estado militar está el Dr. Zeferino Vaz. Así es como, en 1966, la Universidad Estadual de Campinas, Unicamp, inicia la construcción de su campus en el distrito de Barão Geraldo, a dos horas en coche al norte de São Paulo.

Como era de esperar, el Dr. Vaz se convierte en el primer rector de la universidad, y el campus principal hoy lleva su nombre. El actual rector, Antonio José de Almeida Meirelles, dice: «Unicamp se fundó en un momento difícil en nuestro país, pero… Zeferino preservó la libertad académica, reuniendo a importantes pensadores… creando esta fuerza que genera ideas, conocimiento, ciencia y tecnología de una manera innovadora.

Sus palabras nos recuerdan que la década de los 60 también es una época de avances asombrosos, desde la píldora y el primer LASER hasta el primer corazón artificial, la llegada a la Luna y el primer email (enviado vía ARPANET desde un servidor en UCLA a un servidor en Stanford).

Con ese mismo espíritu de innovación imparable, Unicamp sigue trabajando casi 60 años después.

El campus insignia de la universidad, que se levanta en tierras de cultivo donadas por particulares y previamente no urbanizables, crea una huella física que representa simbólicamente su misión filosófica. El logotipo nace del mismo diseño y defiende que una imagen vale más que mil palabras. El campus y el logotipo están impregnados de matemáticas puras, algo que no sorprende en una institución dedicada a la búsqueda del conocimiento humano.

Es geometría como geografía. Un espacio central circular, símbolo de unidad, está delimitado por la biblioteca principal de la escuela, los edificios de servicios estudiantiles y el comedor. Irradiando desde esta plaza circular hay 24 módulos determinados por el sistema de coordenadas cartesianas. Los vectores representan las 24 unidades de Unicamp: 10 institutos y 14 escuelas.

A su vez, estas líneas crean 13 polígonos que reflejan las 13 franjas de la bandera del estado de São Paulo y definen las colonias que agrupan las áreas de estudio de Unicamp. Estas se agrupan geográficamente para que los límites entre las colonias sean lógicos, con los edificios de filosofía junto a los que albergan las ciencias humanas, matemáticas y economía, mientras que las instalaciones de ingeniería química están cerca de las de biología. Los tres puntos rojos del logo consolidan la organización del campus en Ciencias, Ciencias Exactas y Humanidades. La tecnología abarca todas las disciplinas. En conjunto, el plan maestro cumple físicamente las tres funciones filosóficas principales de la universidad: docencia, investigación y extensión.

El Instituto de Biología de Unicamp es el primer edificio que se terminó en el nuevo campus de Campinas. Hoy, el departamento de biología ofrece dos programas de licenciatura, siete programas de posgrado y tres unidades complementarias interdepartamentales. En ese mismo momento, comienza la expansión regional con la integración de una escuela de odontología en Piracicaba en 1967 y una escuela de ingeniería en Limeira en 1969.

A lo largo de más de dos décadas Unicamp se expande a un ritmo vertiginoso, añadiendo institutos y escuelas a razón de casi uno cada año. Durante todo este tiempo el Dr. Vaz sigue en su papel como fuerza moderadora entre el sindicato liberal de estudiantes y académicos y el régimen conservador que controla la autoridad del gobierno y los hilos del dinero. Los resultados son impresionantes:

• En 1986 Unicamp adquiere un centro de investigación en biociencias en Paulínia.
• La escuela también añade clases nocturnas para dar un mejor servicio a los brasileños de clase trabajadora.
• Emprende iniciativas de investigación con socios tecnológicos como Motorola, IBM y Lucent Technologies.
• Incorpora dos de las escuelas secundarias mejor valoradas de Brasil y lanza programas para llegar a estudiantes de secundaria en comunidades de todo el país.
• En 1979 abre un hospital público con 1000 camas.
• Y las compras de terrenos en 2014 aumentan la huella geográfica de la universidad en un 60 %.

…a un frondoso bosque

En la actualidad, la universidad ofrece 70 carreras de grado y la asombrosa cifra de 153 carreras de posgrado, supervisa 22 centros de investigación interdisciplinaria en su campus de Campinas y ofrece múltiples estudios de especialización a través de una red de programas de ampliación. Cada año, Unicamp organiza un evento de puertas abiertas (Unicamp de Portas Abertas, UPA), que recibe a 50 000 estudiantes de secundaria que visitan el campus principal para conocer las oportunidades de educación superior gratuita a su disposición.

En 2023 durante la 18ª UPA, Sérgio Vaz hace un homenaje a su padre con estas palabras: «Me alegra mucho ver [los resultados de] la semilla que plantó mi padre». Es una metáfora ideal porque Unicamp es hoy un verdadero bosque, con muchos árboles del conocimiento que se extienden por una red global de socios de investigación conjunta como el Massachusetts Institute of Technology (MIIT) y Boeing.

Pero con el crecimiento exponencial también se acumulan los retos. Con cada expansión geográfica, cada nueva disciplina de curso y cada colaborador adicional, aumenta la dispersión tecnológica y aparecen nuevas superficies de ataque que la web oscura puede aprovechar. Todo esto se traduce en una mayor responsabilidad para el equipo de TI de Unicamp.

Y también es un gran ejemplo de por qué los datos más importantes del mundo residen en NetApp.

Los datos lo son todo

Con múltiples campus, numerosos socios de investigación y una cartera cada vez mayor de empresas incubadas por la universidad, la estrategia de datos de Unicamp está en constante transformación. Por suerte, Paulo Moraes está en ello. Como director de infraestructura de software de Unicamp, lo explica así: «Mi equipo trabaja en los muchos proyectos de implementación y adquisición de Unicamp. Y aunque la tecnología de la información cambia a diario, me encanta resolver problemas y trabajar bajo presión. Llevar a cabo estos numerosos proyectos es lo interesante. Es lo que me motiva».

Uno de los proyectos en curso de Paulo es el despliegue de Unicamp en la nube. Comenzando hace más de una década, es un viaje con múltiples hitos. Un ejemplo: 2021 cuando NetApp aprovisiona 2.5 petabytes de almacenamiento flash unificado para datos repatriados desde una nube pública a una nube privada de búsqueda local. La solución de almacenamiento AFF C800 permite a la comunidad de Unicamp acceder a todos los tipos de cargas de trabajo: archivo, objeto y bloque. Paulo dice: “Esta solución basada en flash también proporciona la mejor seguridad disponible. Eso es importante.”

El modelo de nube híbrida de Unicamp incluye el amplio sistema de bibliotecas de la universidad (Sistema de Bibliotecas da Unicamp, SBU). Su colección central de más de un millón de libros físicos está en estanterías en Campinas y en 27 satélites. Esos volúmenes se complementan con:

• Cientos de miles de ebooks y revistas académicas digitalizadas.
• Un repositorio en línea de más de 25,000 disertaciones de Unicamp.
• Y acceso a las bibliotecas electrónicas de revistas académicas más importantes del mundo.

Es Gutenberg-meets-AWS. Literalmente.

Porque en noviembre de 2024 Unicamp comienza a mover su infraestructura de datos inteligente aún más hacia el futuro cuando adopta un modelo de cloud híbrido que integra su nube interna con Amazon Web Services.

Paulo dice: “Me uní a Unicamp cuando tenía 17 años, así que he visto 10 rectores en mi tiempo aquí, y también he visto cómo cambia la tecnología, incluida la forma en que usamos la nube. Es algo que vi crecer, y hoy veo los resultados que planeamos. Pero hay algo que no ha cambiado. Los datos lo son todo, porque los datos son lo que impulsa la investigación de la universidad.”

La expansión descontrolada de la tecnología supone un reto para cualquier organización, ya sea en el centro de datos, en la nube o en el edge. La cantidad de ubicaciones donde residen los datos puede parecer abrumadora, y la presencia tecnológica de Unicamp es un caso de estudio especialmente convincente. Si bien sus 678 grupos de investigación, 1864 líneas de investigación y 293 instituciones asociadas nacionales e internacionales son solo parte de una historia más grande, estas cifras por sí solas demuestran que integrar los datos de Unicamp en una infraestructura centralizada e inteligente no es poca cosa. Pero eso es precisamente lo que Paulo y su equipo están logrando, bit a bit.

Un componente central de la solución on-premises de Unicamp para centralizar y gestionar el almacenamiento conectado a la red (NAS) es la solución ONTAP S3 (Simple Storage Service) de NetApp. En términos técnicos, ONTAP crea buckets NAS S3 para que los clientes S3 lean, escriban y eliminen archivos mientras cumplen con las configuraciones de seguridad y los protocolos de registro. Los principales beneficios para las diversas partes interesadas de la universidad son la flexibilidad y la escalabilidad. Flexibilidad para almacenar y acceder a datos por niveles al instante. Y escalabilidad, ya que los volúmenes de datos en los lagos de datos de Unicamp crecen día a día. Esta estrategia de datos de información centralizada es el combustible que impulsa la investigación en las aulas, laboratorios y centros de investigación de Unicamp.

El acceso fácil, eficiente y rápido a esos repositorios de información se vuelve aún más crítico a medida que tecnologías como la IA cambian cada vez más la forma en que los estudiantes, profesores, investigadores y socios interactúan con los datos y entre sí, ya sea dentro de los muros históricos de la universidad o al otro lado del mundo. Por último, todos estos datos transitan por los servidores y la nube cumpliendo con la regulación brasileña de privacidad de datos, Lei Geral de Proteção de Dados Pessoais (LGPD), y están respaldados por la Ransomware Recovery Guarantee de NetApp. Es la definición misma de confianza integrada.

Al tiempo que Unicamp se prepara para poner la primera piedra en Campinas, el fundador Dr. Zeferino Vaz declara: «La universidad debe servir como catalizador del conocimiento e impulsar la transformación socioeconómica Su visión, expresada tan claramente en 1966, captura perfectamente los numerosos éxitos de Unicamp en la actualidad.

La escuela sin fines de lucro es ahora la principal institución de investigación de Brasil, aportando el 15 % del total de la nueva propiedad intelectual del país cada año (solo la gigante estatal de petróleo y gas Petrobras produce más). El Hospital das Clínicas da Unicamp de la universidad atiende a una región de 3,5 millones, con un promedio de 40 cirugías y 13 nacimientos cada día.

Pero quizá lo más impresionante sea el impacto del Parque Científico y Tecnológico da Unicamp en el mundo. Desde su fundación en 2008 (y en colaboración con la agencia de innovación de la universidad, INOVA) el parque conecta constantemente el mundo académico con el libre mercado a través de una creciente cartera de propiedad intelectual.

En números:

• El parque de I+D gestiona 1293 patentes activas y 212 acuerdos de transferencia de tecnología vigentes.
• También registra 1349 empresas filiales que actualmente operan en Brasil y en el extranjero, de las cuales aproximadamente la mitad se encuentran en el estado de São Paulo.
• Las contribuciones económicas son muy diversas, y la creación de casi 53 000 empleos por parte de estas empresas es solo un indicador.

Mirando al futuro

Los matemáticos de la Unicamp fueron noticia en 2019 al descubrir el número primo más grande del mundo hasta la fecha. Con más de 23 millones de dígitos, recibió un nombre práctico: M77232917. El récord se mantendría hasta octubre de 2024, y si bien es una anécdota divertida, el logro también simboliza la inquebrantable e imparable celebración del conocimiento en la Unicamp: su búsqueda y su aplicación en el mundo más allá del ámbito académico.

Resulta que el mundo actual no es tan diferente de cuando Unicamp abrió sus puertas por primera vez en el umbral de la era moderna hace casi seis décadas:

• Se avecina una segunda Guerra Fría.
• Aunque los países y la política contra los que protestan son diferentes que en los años sesenta, los apasionados estudiantes de la contracultura siguen marchando contra el orden establecido, los profesores todavía a veces hacen huelga, los gobiernos todavía luchan por equilibrar los presupuestos y las normas de género todavía están en las noticias.
• Y mientras nuestra exploración del espacio ahora llega hasta los confines del universo conocido, la música (por supuesto) todavía separa generaciones.

Mientras tanto, las innovaciones siguen mejorando la condición humana, incluso cuando el plan maestro de Unicamp para su campus en Campinas simboliza firmemente los objetivos fundacionales de la universidad, sus avenidas cartesianas del conocimiento siguen irradiando desde el corazón de su plaza central, y sus pilares de ingeniería, las ciencias y humanidades siguen inspirando a estudiantes y profesores por igual.

La visión del Dr. Vaz de un mundo mejor basado en el conocimiento perdura.